Relación de las organizaciones con la sociedad
En el pasado, el
objetivo principal de las empresas en todo el mundo, era ser económicamente
rentables y lograr mantenerse en el tiempo. Hoy en día, esta realidad está
cambiando bruscamente, ya que las organizaciones no sólo deben solventarse,
sino que además deben cumplir con una serie de temas fundamentales. Así, temas
como el respecto por el medio ambiente, políticas sociales internas claras y
una buena relación con la comunidad, son puntos que en la actualidad una
empresa no puede dejar pasar. Con el tiempo, las organizaciones han pasado a
ser miembros activos de la sociedad, por lo que deben estar atentas y abiertas
a cumplir con las demandas de la comunidad y de su público interno, las que no
sólo abarcan temas de calidad de productos o aspectos sociales, sino que
incluyen aspectos que van mucho más allá. Si bien la preocupación social de las
empresas no es algo extremadamente nuevo,
es un aspecto que la misma comunidad les ha ido exigiendo, puesto que las
organizaciones han adquirido un rol fundamental dentro de la sociedad.
La relevancia
social de las organizaciones ha aumentado considerablemente, y por lo mismo,
los alcances que posee afectan a toda la sociedad. La influencia de las
empresas en diversos ámbitos de la vida diaria implica la adopción de un rol
que se extiende más allá del simple campo de acción tradicional de la misma, es
decir tiene injerencia directa en el entorno, la sociedad, el medio ambiente,
entre otros temas. En este contexto, la Responsabilidad Social Empresarial se
traduce en asumir y preocuparse por los efectos de los impacto de sus
operaciones en la sociedad. Como
organización social la empresa
Constituye un núcleo donde interactúan
diferentes actores. A nivel interno los accionistas,
Sus representantes en la administración
(gerentes-administradores), los trabajadores y sus representantes (sindicatos).
A nivel externo los clientes/consumidores, los proveedores, la sociedad civil,
la comunidad donde asienta sus operaciones, las empresas competidoras y el
Estado como árbitro o regulador.
Cada uno de estos actores derivan para la empresa responsabilidades económicas
(rentabilidad, calidad de los productos y servicios), responsabilidades con el
entorno (ambientales – sociales) y responsabilidades frente al Estado
(Ciudadanía Corporativa). El éxito empresarial depende del cumplimiento de esas
responsabilidades y su futuro se impulsa en la innovación de sus procesos,
productos y servicios. Esta perspectiva confiere a la empresa un papel
fundamental para el desarrollo económico y social de las comunidades donde
operan, perspectiva que resulta de particular importancia para el Sector del
Turismo y la Hotelería dado el impacto del entorno socio-ambiental en la
configuración de la imagen y la competitividad de los productos y servicios
turísticos.
Biografía
http://www.gestionypoliticapublica.cide.edu/num_anteriores/Vol.XIV_NoIII_2dosem/02MONTANO.pdf